Me dirijo a la tontorería para
limpiar mis camisetas de la estupidez que me rodea. El cuerpo me lo suelo
rasgar con letras que no siempre son dulces y bellas, no suelo ser impostor de
mis sentimientos. Los cuchillos afilados son de buena ayuda para conseguir la
tonta de mi tintero.
De camino me topo con la clínica
mental que nos extirpa las caries y nos recolocan las neuronas como dictan los
cánones de belleza sonrisial, luego las encías sufren por aquello que queremos
morder y no podemos porque nuestras neuronas flojean.
Quisiera ser dios para limpiar
las almas del mundo, me llaman misántropo yo prefiero cabrón selectivo pero me
parece bien ser finolis cuando se trata de hablar de un dios corrupto, así es
más fácil escupir en el cáliz…bebed todos de él, daros la paz…hipócritas follaniños,
jode almas, el tiempo es para los humanos que protegen a los seres vivos no
para vosotros. Disculpad mi dureza, pero ando cachondo, de camino a casa unos
shorts,…o como mierda se llamen, de piel negro han hecho su efecto en la pluma
de mi regazo y esto va saliendo cual esperma en una noche de amor, jaja lo sé
eso no os lo esperabais, cierto…de pasión. Desentierro el hacha de guerra al
dios blandengue y amorfo que me atormenta…y eso que mis calzoncillos han
quedado esponjosos después que una vietnamita los relamiera con colón y lejía
de marca blanca, es curioso cómo hasta la seméntica es racista, uy perdón
quería decir semántica.
Un loco plazoleta me embrujó con
halagos y me cagondiosytodoloquesemenea despertó en mí las ganas de ser más
tonto aún. El sabio sabe de su
estupidez, no es más sabio el que sabe sino el que es imbécil por naturaleza.
El primero cabizbajo y triste descubre que en su mundo hay demasiado espacio
para rellenar, el otro bebe manantiales de ego y…. joder que no se ahogue nunca.
Como me dijo un jefe cabrón “no hay más estúpido que un tonto crea que no lo
es”… pensé, predica con el ejemplo, buen tipo.
Le comenté a ese loco que me
gusta divagar porque si reflexiono me como y si como me masturbo…no, no penséis
qué coño digo porque solo quería meter esa palabra, lo sé, a veces son muy
bueno…en estupidez, par diez, quien me lea dirá dang dang dang “ ha repetido par
diez en el contexto de estupidez” por 25 pesetas…le quedan poco más que una
pizca de melancolía.
Y sigo pensando que estoy
escribiendo si solo he pasado por una tintorería, por un centro dental y ese
pantaloncillo de cuero que me ha vuelto loco.
Y sigo divagando, prefiero a Nietzsche,
Darwin o Marie Curie que a los que predican con aquellas verdades que nos
quieres imponer son las imposidioses que me ponen enfermo. Prefiero a Schopenhauer,
Simone de Beauvoir o Lorca que a los que se escudan en la democracia pero
siguen aplaudiendo que se mate a un joven poeta por la espalda, odio a los que
mantienen sus apellidos y realezas por imposición…. ¿os he dicho que adoro a
Robespierre?
Quiero concluir que no acabar
porque si divago os diré que soy tímido, autocrítico y algo tonto, lo sé, la
perfección recorre mis venas y la soberbia me absorbe pero luego se diluye en
vino tinto a 18 ºC, y los pies vuelven a la cabeza; me gusta el rock y todas
las mujeres del mundo en sus diferentes facetas, dudo que te haga unas bonitas
letras pero soy capaz de desgarrar con mi fina sutileza aquellas palabras que
te diré sin decir nada y que como poeta me niego a recitar, ups lo dije y no
quería pero un Loco llamó a mi puerta y al abrir en medio de la plazoleta me vi
reflejado en un cielo negro, el aire fresco susurraba alguna palabra suelta…
…que tal viejo amigo….
