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miércoles, 26 de mayo de 2010

EN UN DIA COMO HOY

Solo en casa, Sí, en un día como hoy y estoy solo. Decidí pasar una semana en la casa de campo, solo. Que tranquilidad, pero tanta, espero que se rompa de una vez, pronto!. Quien lo hubiera pensado, yo no. Pero claro algún día tenía que suceder, y ha sido hoy.
Soy escritor, mi nombre da igual. No creí que llegara a serlo pero a veces la suerte ayuda. Escribo relatos cortos, cuentos fantásticos, historias de mundos irreales. Lo que ahora escribo seguro que se convertirá en un best seller o algo así, ¿por qué?, pues porque son las horas muerta de un famoso escritor, poco después de la Tercera Guerra Mundial. Se veía venir, se intuía, se palpaba en el ambiente, ¿pero tan pronto?. Además, nadie podía pensar que al final decidiesen utilizar las bombas atómicas. Como se puede llegar a ese extremo. Que valientes son los Militares y los Jefes de Estado no le temen a los efectos de la radiación y eso que también están expuestos, y no solo ellos también sus seres queridos. ¡Que coraje!. Lo que no entiendo es porque ellos y sus respectivas familias se han ido a las Casas.plataforma de la base lunar 0.07, decían que eran pruebas y prototipos, pero deben funcionar ya..., ¿lo de irse allí lo habrán hecho por estrategia?, seguro que si, por eso se han ido amigos y enemigos todos juntos, allí discutirán y arreglarán sus problemas, lo malo es que han hecho extensible al resto de la humanidad esos “problemas”.
Con lo cara que es esta casa y no le han instalado un refugio antinuclear, que fastidio, tengo piscina, pista de tenis y de squash, tres plazas de parking, tres baños, una sala de juegos con dos mesas de billar, dos cocinas, cinco habitaciones o... seis? en fin pero refugio...no, de eso no. Algo lujosa es... o era, dudo que ahora me dieran algo por ella. He tenido que refugiarme en uno de los cuartos trasteros con colchones y almohadas. Estoy viviendo en 2 m2, me sobran 468 m2 de casa, que desperdicio.
Dicen que no se puede salir del refugio en dos o tres semanas, llevo dos días y ya estoy harto. Si salgo no creo que me pase nada, estoy bastante lejos de donde cayó la bomba. No puedo vivir sin aire, sin luz, sin ver volar a las aves. ¡Saldré!. ...........
¡Como esta todo!, cuando venga la señora de la limpieza se va ha enfadar muchísimo. Bueno ya la compensaré, le daré un extra. Por suerte en el refugio guardé papel, algunos lápices y mi pluma de la suerte, sino ahora no podría escribir nada, todo está quemado. Habrá llegado hasta aquí la onda expansiva.
Este fin de semana tenían que venir mis padres, la última vez que los vi discutimos. Tenía que haberles pedido disculpas, ¿lo podré hacer el sábado?.
Cada vez estoy más cansado, que aburrimiento, que silencio. Hoy cuando he salido al jardín me he quedado petrificado. ¿Dónde está el cielo?, no sabría que responder. Las nubes grises están casi al alcance de mis manos, el rosal está negro, yo creía en las rosas negras, pero no en estas. ¿En el resto del mundo todo debe estar como aquí?, no puede ser, no creo que halla un solo hombre en el universo capaz de permitir algo así, ni los de la base Lunar...
No se si es de día o de noche. El Rolex se ha roto, cuando se calme todo iré a Suiza, le diré al viejo Rousseau que me lo reconstruya. Me gustaría poner fecha a lo que escribo a modo de diario, pero me es imposible, no tengo nada para calcular el tiempo, no recuerdo cuando fue la explosión, menos aun cuantos días han pasado, ah mierda se me olvidó recoger el Porche nuevo, con la ilusión que me hacía tener un coche amarillo. Pero que demonios estoy diciendo, en que me he convertido, ¿en un vulgar rico?. Hacía tiempo que ya no escribía nada. Los últimos dos libros han sido los más leídos, bueno los más vendidos en los últimos veinte años. Uno de ellos ha ganado tres Oscars, si, lo adaptaron al cine. Salí en la película, nada poca cosa, una escena, como hacía Hitchcock, aparición especial. Estos dos libros me han hecho rico, rico no, riquísimo, multiultraplusmente rico. Lo irónico es que no me gustan y no son parte de mi, los anteriores lo eran, pero no me dieron nada, ni fama, ni dinero, ni mujeres, solo aire para respirar, fuego en las venas y ganas de volar, entonces si que era rico, ahora no. Me siento vacío. No siento mis venas, creo que la sangre no circula por mi, ni yo por ella... ¡Oh...ella!, cuantos recuerdo me trae, estábamos enamorados. Tuve que dejarla, era ella o yo. No podía permitir que me fusilaran cada vez que le decía, te quiero. Por eso me casé con otra, ¿amor? No, nunca. Pero hay tantas persona que en vez de amar hacen el amor, y lo confunden todo, por aquel entonces pensé: -Que demonios, ahora que soy rico voy a escoger y ya está, ¿a esta o la otra, o las dos?.... Que frio, eso si, no me puedo quejar he vivido bien, que libre, que mentira ha sido mi vida. Solo mis relatos son la verdad. Cuanto la quería.
Creo que han pasado dos semanas, quizás tres, la verdad es que no lo se, cuanto tiempo sin ver a nadie. Ayer llovió, ¿o era hoy?, me he tumbado desnudo en el césped, bueno en el suelo, he dejado que la lluvia cubriese mi cuerpo. Que placer he sentido, es lo poco natural que me queda, está todo tan quemado, todo tan gris, el aire es irrespirable. No me importa que la lluvia esté “nuclearizada”, ¿existirá el verbo “nuclearizar”?, da igual, ahora si. Que espectáculo más bello, electricidad en el falso cielo, ¿un rayo de esperanza?, quizás. Como se ha roto delante mío ese cielo sucio. ¡Que gritos, que rugidos hacía la bestia dormida!. Juntos hemos despertado. Como un dúo hemos cantado, luego he caído exhausto. Sin fuerzas, me he quedado dormido, también calvo, allí mismo. No se cuanto me queda de vida, espero poder acabar de escribir, claro que cuando acabe querrá decir que mi vida también lo hará. Me duele todo el cuerpo, ya no puedo hacer ejercicio, quién me viera y quién me ve. Ojalá pudiera escribir treinta tomos de la Historia del Mundo, aunque tampoco aprenderíamos nada.
En estos días tan duros, lo que me mantiene vivo es que aun sigo vivo, el recuerdo de algunas personas, mi capacidad para poder escribir y para poder cantar aquellas canciones que me han acompañado a lo largo de mi vida. Ya lo decían todos: ¡Niño, no estás al día!, loco. –Yo les respondía, -¡Pues si!, y lo decía con orgullo mirando por encima de sus cabezas.
Ayer creí morir cuando no me acordaba de aquel cantante que me hacía estremecer, estuve apunto de dispararme, justo cuando apretaba el gatillo, lo recordé, que cosas tiene la vida, no.
Como cuesta escribir cuando estás a punto de morir, como cuesta seguir viviendo cuando lo último que le dijiste a tus padres fue: “Ojalá no os vea más.- Como odio ese día, Dios mío déjamelos ver solo unos segundos, no quiero morir sin decirles que los quiero. Te imploro a ti oh Todo Poderoso, déjame que los vea, solo una vez más. Pues si que estoy desesperado, estoy haciendo eso...como se dice, ah si! Rezar, si me viera mi madre... en mi diccionario no existía esa palabra. Ojalá me disparara en la cabeza, no una sino varias veces. No puedo parar de gritar, oigo esas palabras, oigo llantos, oigo la muerte de todo un mundo, de mi, oigo gritos en mi cabeza, estallará, eso espero, quiero irme, pero quiero verlos, perdón, perdón, te quiero, os quiero. Mátame ya, no me quemes, no me dejes moribundo, fuego, llamas, explosiones, ¡ah! Guitarras desgarradas, cuchillos afilados me rasgan la piel, no sale nada. Estoy muy mal, estoy cansado.
Creo que es hoy, no se que día es, me parece que son las seis de la mañana, del seis de junio, sí, debe ser hoy el día de mi fin, el día de mi juicio final.
Siento un calor horrible, el recorre todo mi cuerpo, arde, oh Dios como arde. Vuelve, vuelve a mí, serenidad, no me olvides sosiego. ¿Estoy llamando a la muerte?, no se. Quiero encontrarme y estoy solo para hacerlo. Me mataré. No, no quiero quitarle trabajo a mi “amiga”, Dama, negro es nuestro color, aunque vayamos de blanco. Tengo el cuerpo ensangrentado por heridas, cuando las erupciones escuecen, si te rascas es mucho peor, aunque es imposible evitarlo... te rascas y sangras.
¡Corro y corro por el verde y floreado campo!, ¿dónde está?. ¡Que han hecho esos malditos hombres!. Yo solo quería ser libre, ¿es por eso que destruyen el mundo?, ¿no quieren que nadie sea libre?, pues yo lo fui, lo soy y lo seré!. Lo juro.
Cierro los ojos y ya sólo una imagen veo, soy yo, será el fin. Que fin tan hermoso, yo desnudo recordando mi vuelo. Me he clavado la pluma varias veces en la mano izquierda para no dormirme, quizás si lo hago ya no despierto. Como me pesa la cabeza, pero si la dejo caer en el charco no podré respirar, el agua entrará por mis orificios, los pulmones se hincharán, las venas se inundarán de agua y estallaré. No puedo dejar de respirar aún, he de ver a mis padres. Hay rayos en el cielo, uno de ellos se ha escapado y ha entrado en mí. Algo de vida me queda, noto como mi sangre corre por mi ser, que alegría. Estoy rodeado de vómitos, no me refiero que esté rodeado de personas simples e inhumanas, es que la radiación me ha afectado al estómago. Todo se ha teñido de negro, siento un terror agradable. Una luz roja se abre delante de mí, ¿qué será?. Por fin has llegado, es Ella, la Gran Mujer Bella que me lleva consigo. Pero espera no he de morir todavía. Sé que tu tiempo es limitado cuando vienes a buscar a alguien, pero mi Reina, espera un poco, quiero ver a mis progenitores.
¿Que perfume llevas?. Que placer olerlo, aroma de rosas. Gracias por presentarte a mí, con ese olor tan digno de dioses. Siento mi aspecto, es que estoy enfermo, ¿sabes?.
Oigo gritos horribles dentro de mí, deben ser todos los escorpiones que he tragado todos estos años. ¿Por qué me claváis vuestro aguijones?, están bebiendo de mi sangre, ¡dejarme un poco!, sino caeré en el lago negro sin haber visto a mis creadores. Un momento más, luego os saciaré con mi muerte. Oh Santa impaciencia, cuanto te odio, oh Santa cuanto te impaciento, te amo. Estoy solo.
Se que he de coger mi barca ya, pero no puedo, mis entrañas me queman, oh mujer bella, ¿qué te pasa?, te haces vieja, tus arrugas se agrietan, no tienes pelo. Te deshaces delante de mí. Solo eres un esqueleto, ¿es qué voy a morir ya?, ¡no debo!. Que injusta eres a veces. Estoy cansado. Cada vez que suspiro me abraso con mi aliento, ya no me hacen efecto los cortes que le hago a mi pobre brazo izquierdo. Cuanta sangre corre por mi piel herida. Una gran luz no me deja casi escribir.
Oigo tambores marcando un paso, el mío, al menos son notas de un músico grande. Que gusto morir así. Pero aun no es mi hora, me pondré a correr, ¡no puedo!, es el fin de un camino, ya veo el otro.
¡Oh Dios!, son ellos, ¡padres, estoy aquí!, no me ven. No me estires todavía, un segundo, ¡Espera Muerte!, si, ya les veo, me recorre una araña por todo el cuerpo. Noto su presencia, me envuelve una brisa fría, casi helada. Los escorpiones siguen su trabajo, ¡chupar!, no me importa nada, han destruido a la Madre Tierra y no me han dejado pedir perdón.
Llévame contigo, podrías poner un cojín en este tablón, al menos para hacer más cómodo el viaje. ¡Padre! Adiós, perdón, perdón, os quiero. Se qué me veis, me oís, os presiento. Ya cierro los ojos, que bonitos parajes, cuanta belleza, ¿es que no ha muerto el mundo?, ¡mira cuantos niños corren por la orilla del río!. Sonríen alegres. ¿Es que no ha habido explosión nuclear aquí?..... gracias por llevarme contigo. ¿Hay que esperar tu llegada para empezar a vivir?, llévame contigo ya...estoy cansado de esperar. Adiós........

jueves, 6 de mayo de 2010

Libro publicado en Bubok

Hola amigos/as, por fin lo tengo, sip!!!! ya tengo publicado mi libro de relatos. Donde? en la web bubok, este es el enlace directo : http://juanjostk.bubok.com/ En el blog encontrareis algunos de los relatos que aparecen en el libro. Darle un vistazo se puede comprar en papel o descargarlo.

Gracias

martes, 4 de mayo de 2010

La última vez

Tan bella eres que mi pluma no deja de escribir sobre ti. Esta vez será la última vez que lo haga, ni mi brazo ni mi corazón pueden más. Pluma diabólica déjalo ya, no ves que es inútil, ¡olvídalo!. No puedo detenerla, aunque presiento que esta será la descripción final.
Eres comparable con la mujer de plata; sus destellos me acarician la piel igual que tu mirada. Tus ojos, ¡Dios mío!, que bellos son y que profundidad encierran, no se que expresan si amor o indiferencia.
Tu rostro es único, casi indescriptible. Tu piel es delicada, suave y blanca como un pedazo de seda, lástima que ahora es comparable con la nieve fría. Oh tu nariz, gota de rocío deslizándose por una hoja verde y fresca; ahora gusano reptando por una hoja de otoño. Tu pelo, oro puro, destellos de sol pero poco a poco se consume en cenizas, polvo.
Empalideces cada vez más y más, ya no te puedes ruborizar. Tu cuerpo ya no es lo que era, pierde su forma escultórica, casi perfecta. Te dije que esta sería tu última descripción.
Cada vez estás más delgada, tu piel se rasga y se rompe como una hoja de un árbol seco. Tu rostro se apaga ya no tiene esa luz que le daba brillo; triste y doloroso, pero cierto. Disfruto viéndote así, acabada. No sé que me ocurre, la mujer de plata ya no me acaricia, me pincha y me quema. Solo el odio recorre mi piel. Como tinta negra y endiablada la sangre corre por todo mi cuerpo más rápida que nunca.
¿Dónde está tu oro?, ya no tienes, solo una triste y sórdida calvicie se asoma en tu cabeza. Tus ojos más profundos que nunca, yo que en tu rostro se pueden ver dos cavidades huecas y oscuras; aún te cuelgan los ojos por los nervios, ya caerán. No me mires así o lograrás ponerme nervioso. Tus mejillas han desaparecido y tus labios igual, no te queda nada. Te desinflas como un globo viejo. Tus senos puntiagudos y deseables a mis manos y labios, son simplemente un recuerdo. Tus caderas y tu cintura ahora no tienen curvas, son rectas y frías, ya no dan calor. Qué lástima tus piernas provocativas son palos ya. Tus muslos sensuales ahora ya no me excitan.
La ropa te cae, aunque ya no tienes nada que mostrar. Casi no tienes piel, tus músculos se van desprendiendo, algunos se aguantan gracias a los tendones que se resisten a perecer. Pero poco a poco todos ceden y se funden en el suelo.
Te has derrumbado ya, solo hay huesos delante de mí. Ahora, más que nunca, te recordaré. Mi pecado fue recordarte bella, tal pecado se desvanece. Creo que te lo dije, esta va ha ser tu última descripción. Gracias malvada pluma, enviada del mal; me has salvado de caer otra vez en la tentación. Ahora te guardo, no te gastes porque quizás te utilice de nuevo. Recuerda amiga, no dejes que me enamore nunca.

lunes, 3 de mayo de 2010

El latido de un árbol (4to fragmento)

...........

-¡Oh si, desnúdate y tírate al agua sin pensar!- así lo hizo, se arrancó la ropa, incluso se arañó sin darse cuenta, el río quería, deseaba sus heridas. Ábrete las venas y así el río beberá. Una vez desnudo se lanzó al agua, ¿fría, caliente?, que más da. Que bella dama serpenteante, grandísima princesa, alma llena de vida. El agua se encabritó, la corriente era fortísima, bajaban árboles caídos, piedras que parecían proyectiles, animales asustados; pero él no se movía, él era parte del caudal. De las profundidades una imagen femenina surgió; no había río sin mujercita y no existiría realeza sin río. Como un todo se reflejaban, como un ser vivo se movían. ¿Era él un príncipe? , parecía dominar los elementos naturales. Tenía los ojos cerrados y una leve sonrisa mezclada con una seriedad real y una serenidad extasiadota. Aquella especie de hada lo abrazaba y él lloraba. Él la besaba y ella se estremecía. Juntos se miraban y el cielo rugía. No era amor, quizás odio. No era compasión, quizás comprensión. No era un río y un ser humano, quizás solo dos seres vivos. –Dame tu sangre hombrecillo semidivino, deja que sacie mi sed. Que corra por mí tu calor y tu deseo, tu pena y tu valor, simplemente tú.
-Tómame, Hada divina, mátame si quieres, porqué no te siento, no gozo contigo, mi soledad te entrego pero no tomo nada de ti. Me es placentero tu contacto, me es extasiador pero no llena mis venas vacías. Quiero yo llenarte, nada a cambio pido, saciarte quiero, morir debo.
-¡No, jamás en mi lecho!. Sé como llenar tus venas, oh incrédulo amante- entonces la princesa se apartó de él, este quedó tumbado con los brazos extendidos y los ojos cerrados, flotaba como una hoja de árbol caída. De las entrañas del Poeta Río salía un humo, olas y olas de un denso humo, recorría el agua, era blanco y rojizo, a veces oscuro a veces claro. El oleaje se convirtió poco a poco en una cama, la Hada posó al joven sobre ella y con un gesto ceremonial la elevó al cielo. Un chorro de agua hacía de elevador, mientras que una cortina de agua envolvía aquel ascensor. Sus ojos se abrieron, yo volaba cerca de él, y sus ojos vi llorar y su rostro una sonrisa dibujar. Una brisa fría lo vestía, sentíase como un ave, cuanto placer. Nubes penetraban por sus poros, respiraba un aire tan puro que embotellarlo quería. Se olvidó de quién era, se olvidó de ser, de hacer y de pensar, preguntar no podía, ¿para qué? Si aquello era él. Gozaba él y gozaba ella, poco a poco descendía, sus regalos ya se habían entregado y aunque el placer se quiere eterno, no podía ser. Como si de un dios se tratara, descendió de los cielos, hasta de nuevo posarse al ahora tranquilo río. El Hada subió sobre el espeso humo como si fuera una jinete, por un instante el cielo prendió fuego, iluminó a ambos seres y luego las llamas fueron absorbidas por cada molécula allí presente. La serenidad reinaba, se oía una música, era como si la naturaleza hablara de nuevo. El silencio fue roto por la Princesa: -¿Qué te ha parecido mi sangre bello trovador?.
-Agradecértelo no sé, no puedo, dímelo tú.
-Hombrecillo, tú me has dado fuego, yo el mío, hemos disfrutado juntos ahora aléjate, sigue tu camino y olvídame, hasta que a alguien puedas explicárselo.
-¿Quién puede oír semejante historia?, no creo que halla nadie en este mundo capaz de entender lo que mis palabras cuenten y menos aún lo que yo he sentido, y menos entender de tú existencia, ¿quién tiene ese derecho y esa capacidad?.
-Si encuentras a alguien merecedor de tú saber, te darás cuenta y tus canciones comprenderá.
-¿De alguien sabes?.
-Sí, de un árbol milenario, cuya sabieza es infinita, encuéntralo y háblale. Su mar es de arena, su cielo es azul celeste, ¡búscalo!. Parte ya, cuanto antes lo encuentres mejor –así lo hizo, marchó cabizbajo y dejo sobre su Princesita unas lágrimas de color rojo.